A pesar del aumento en las tasas de referencia y de signos de desaceleración económica en el cierre del 2018 y arranque del 2019, la cartera de crédito mantiene una tasa sana de crecimiento, ya que ligado al ritmo de incremento que tiene, la morosidad no ha aumentado. Esta es una buena señal como elemento de apoyo a la dinámica económica y de consumo.