La medición de los fallecimientos provocados directa o indirectamente por el COVID ha sido un reto en todos los países. Esto es en particular complicado en México por la estrategia de pruebas y seguimiento que se definió, y que generaron una gran cantidad de puntos ciegos ante los que se hacía imposible tener información oportuna y confiable (lea aquí la publicación que hicimos en junio del año pasado).
El método que permite tener una mejor referencia es la comparación de los fallecimientos en el último año respecto a la estadística de años anteriores, por lo que el diferencial señala el resultado combinado de muertes directas por COVID (por ser personas que padecieron la enfermedad), como aquellas indirectas (por falta de atención generado por muchas causas).
En el caso de México, las cifras oficiales (https://coronavirus.gob.mx/exceso-de-mortalidad-en-mexico/) muestran que en el 2020 y hasta la segunda semana de febrero de este año ha habido un total de 1.3 millones de fallecimientos, cuando la estadística de años previos permitía prever un total de 860 mil fallecimientos, es decir, han fallecido 400,000 personas más de las que se podía esperar, o un aumento de 47% en el número de fallecimientos.
Sobre esta cifra, resaltamos lo siguiente:
El método usado para estimar las muertes "previstas" se va a escenarios altos, lo que significa elevar el marco de referencia, por lo que es muy probable que el exceso sea aún mayor respecto a otros parámetros estadísticos usados en otros países.
Aún así, estamos dentro de los 10 países con mayor exceso de muertes (ourworldindata.org).
El comportamiento ha sido muy diferente por estado, con picos de magnitudes diferentes, en momentos distintos, de duraciones distintas, lo que habla de una mezcla de condiciones y acciones diferentes en el país, unas más efectivas, otras inadecuadas.
Como resultado, hay 9 estados con exceso de mortalidad mayor al 50% (el caso extremo es la CDMX, con un exceso de 91%), mientras que hay 3 estados donde el exceso ha sido menor al 10%.
En el siguiente mapa mostramos estos resultados, lo que nos deja ver que a pesar de lo duro de este último año, no en todos lados se ha tenido el mismo costo humano. Este tendría que ser el punto de partida para identificar lo que se hizo bien, lo que se pudo haber hecho distinto, y lo que se tiene que corregir ante los tiempos que aún nos faltan.
Comments