Algunas personas piensan que ahorro e inversión son lo mismo, pero no es así, son dos conceptos muy diferentes, que las organizaciones deben tener en cuenta para eficientar sus recursos.
Definición:
El ahorro: es el dinero del que se renuncia gastarlo en forma inmediata, se guarda en un lugar seguro y sin riesgo, tomando en cuenta su disponibilidad en cualquier momento (a la vista), con un retorno de interés mínimo y para disponerlo a futuro. Lo pueden realizar en cuentas de ahorro, cuentas corrientes, ahorros programados, cuentas de gestión de liquidez. Estos instrumentos de ahorro tienen bajo riesgo, están a la disposición de la persona o empresa a cualquier momento.
La inversión: es aquel dinero que se decide no gastar y se utiliza en la compra de un activo: un instrumento financiero de plazo, un fondo de inversión o acciones en una empresa directamente. Su fin es producir más capital o dinero extra, con una tasa de interés o una perspectiva de ganancia correspondiente a un mayor nivel de riesgo. Hace crecer el patrimonio personal, de una familia o de una empresa. Las inversiones pueden realizarse a través de diversas posibilidades, desde fondos de inversión, participaciones accionarias, compra de activos y portafolios que cuenten con una combinación de ambos y la principal ventaja es el retorno.
Ambos instrumentos son útiles para enfrentar una crisis o tiempos complicados. Contar con una mezcla de ahorros y de inversiones les permiten hacer frente a las necesidades de flujo de caja de corto plazo y enfocarse en aspectos que permitirán construir el crecimiento de mediano y largo plazo.
“El ahorro permitirá enfrentar épocas de baja liquidez y la inversión podría mejorar en el caso de activos productivos, los costos relacionados a la operación, así como el resguardar las utilidades de la compañía para el futuro”, mencionó Leonardo Gamboa, gerente de ventas de CS Ahorro y Crédito.
Señales que debes tomar en cuenta para que su empresa no quiebre en una crisis:
Manténganse informados del comportamiento del mercado.
En su equipo de trabajo deben tener un excelente asesor financiero.
Diversifiquen los ahorros e inversiones.
Revisen la rentabilidad de las inversiones y la relación de los ahorros respecto a los gastos de corto plazo.
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Información recuperada dehttps://www.eleconomista.net
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