Aparejado al crecimiento de una empresa va el aumento en la complejidad de su gestión: procesos, estructuras, gente, recursos. En esta ocasión compartiremos diversos trabajos desarrollados con nuestros clientes para mejorar la eficiencia en la gestión de sus inventarios.
Es normal que un inventario crezca conforme aumentan las ventas ya que, con el objetivo de mantener cierto nivel de servicio para atender una cartera de clientes con una oferta de más productos, se requiera tener más existencias de esos productos. Sin embargo, el factor clave es que crezca en los rubros donde deba crecer y en las proporciones adecuadas.
Esto que parece una obviedad, muy frecuentemente es desatendido en la cotidianeidad de la gestión, y el inventario comienza a sufrir de “obesidad” en aspectos que no son identificados con facilidad y, por lo mismo, no son atendidos con oportunidad. Situaciones como resabios de alguna compra de materiales para un proyecto o un cliente que finalmente no se ejecutó, cambios de temporada en giros ligados a moda, o procesos inadecuadamente definidos o pobremente ejecutados que provocan desalineación entre el proceso de ventas y compras, provocan que el inventario crezca de manera desproporcionada al crecimiento de las ventas, inclusive empeorando el nivel de servicio con algunos clientes.
Para mejorar esa situación, analizamos el comportamiento histórico de los inventarios en términos de sus existencias, compras y ventas, durante un periodo largo que nos permita identificar ciclos de industria y entender su alineación al crecimiento de la empresa (de 2 a 5 años). Los hallazgos que hemos hecho al analizar los datos nos han permitido definir acciones que permiten reducir en varios millones de pesos el inventario y los costos asociados a su gestión (logística, almacenamiento, etc.) Algunos ejemplos son:
Identificación y cuantificación de inventarios obsoletos, para definir acciones comerciales extraordinarias que permitan su liquidación con promociones agresivas (que contribuyan al flujo del negocio).
Identificación de los productos “bolillo” (los de venta cotidiana, con base amplia de clientes) para asegurar que se mantienen en inventario, acorde a niveles históricos y proyectados razonables, para evitar exceso de costos de suministro al hacer compras frecuentes de estos o en niveles que llevarían a una baja rotación.
Identificación de aquellos productos “personalizados” (aquellos que son sólo comprados por un cliente, y que en ocasiones son lo único que compran dichos clientes), para que, en función de sus comportamientos, se definan políticas de servicio, de precio y operativas para que se tenga lo que haga sentido comercial y que sea rentable para la empresa.
Estas medidas han permitido alinear las decisiones y los flujos de información y materiales entre Abastecimiento, Almacén y Ventas, con impactos positivos en el flujo de la empresa y mejora en los niveles de servicio.
Con nuestros modelos y experiencia podemos ayudarte a identificar en poco tiempo una agenda clara que te permita tener Inventarios como una herramienta de apoyo al proceso comercial, y no como un barril de recursos que se quedan atrapados en el almacén.
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Información recuperada de Inteligencia de Negocios Atalaya