Hace 2 semanas compartíamos la ruta que seguimos cuando acompañamos a nuestros clientes en la evaluación de un emprendimiento, dividido en 3 pasos: mercado, finanzas y plan de negocio.
En esta ocasión, compartiremos un caso concreto done esta ruta permitió detectar riesgos oportunamente, para evitar que se perdiera una inversión de varios millones de pesos.
Se trataba de un servicio orientado a gente mayor, por lo que el estudio de mercado mostró con claridad el ritmo de crecimiento que está teniendo ese segmento poblacional, sobre todo en la ciudad para la que se hizo el análisis. También se veía que había una oferta muy limitada ante el tamaño actual y crecimiento de dicho mercado (el puro crecimiento poblacional de un año era suficiente como para mostrar que tenía que duplicarse la capacidad instalada de ese servicio). Por lo tanto, el estudio de mercado mostró potencial.
Al pasar a la evaluación financiera, se arrancó con la idea del nivel de servicio que se pretendía ofrecer, que diferenciara de la competencia. Esto implicaba inversiones importantes en equipo humano, instalaciones, etc., para ofrecer distintos tipos de servicios. Al armar esto en una proyección financiera, a pesar del potencial de crecimiento, no lograba llegar a punto de equilibrio.
Se crearon otros escenarios con estructuras de servicios distintas, y por lo tanto, con menos costos. El punto de equilibrio quedaba muy distante en el tiempo, con lo que no se conseguía un retorno de inversión.
Se terminó por hacer un escenario de volúmenes de atención requeridos para lograr resultados financieros deseables, pero eso implicaba inversiones iniciales mucho mayores a las que se tenían pensadas y a las que se tenía disponibilidad, por lo que, aunque la proyección financiera era atractiva, no era factible en cuanto a las capacidades de financiamiento inicial.
Lo único que podía generar un escenario financieramente razonable era incurrir en costos de servicios similares a los del mercado, sin los diferenciadores que se buscaban. Si bien, esto podía haber sido una solución, no era el espíritu del proyecto que pretendían los emprendedores.
Así que, a pesar de las oportunidades de mercado detectadas, el modelo financiero mostró escenarios y posibilidades que caían o en la falta de resultados financieros atractivos, o en altas necesidades de inversión inicial no factibles, o en tener una oferta sin diferenciación y que incumplía con el espíritu inicial de esa idea. Por lo tanto, después de explorar posibilidades, se decidió dejar enterrado el proyecto.
Fue una decisión dolorosa y difícil, pero al menos tomada con la claridad de los fundamentos financieros y de negocio que la sustentaban, y fue mejor descubrirlo en ese momento, que una vez hecha una inversión inicial que no daría el retorno deseado.
Podemos ayudarte a evaluar tu idea de emprendimiento, y asegurarte que tendrás una ruta de análisis adecuada que complemente tus expectativas y deseos empresariales. Contáctanos, para trabajar en conjunto en esa iniciativa. Llama al (442)732-1011 o escribe a contacto@atalaya.info. Con gusto te atenderemos.
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