El sector automotriz se encuentra en una profunda transformación a nivel mundial, no sólo por la innovación e integración tecnológica, sino por la evolución de los modelos de uso de los vehículos que deja ver a largo plazo una contracción en el número total de vehículos en circulación.
El pico de producción global de vehículos se alcanzó en el 2017, a pesar que la economía mundial continuó en expansión durante el 2018 y el 2019. Esto deja ver cambios estructurales, no derivados de la coyuntura económica actual.
En México, estos cambios estructurales se manifiestan de diversas formas:
El éxito en la atracción de marcas provocó que se pasara de 7 fabricantes de vehículos ligeros en el 2005, a 14 en el 2019 y 13 en el 2020; sin embargo, el pico de producción ocurrió también hace 4 años, como se muestra en la siguiente gráfica.
De esas 14 marcas en el 2019, sólo 3 mantenían una tendencia de crecimiento. El resto tenían ya una tendencia de contracción desde uno o varios años antes.
El papel de México en las cadenas de producción cambió de vehículos económicos a otros de más valor agregado, pero también de menor volumen.
En el 2020, México fue rebasado por Corea del Sur en el volumen total de producción, lo que selló una tendencia de varios años, otra señal de los movimientos globales en la industria.
Seguramente, en el 2021 aumentarán los volúmenes de producción respecto al 2020, pero seguirá en este contexto de volúmenes inferiores a los del 2017. Se mantienen algunas marcas y modelos en crecimiento, para lo que hay que desarrollar estrategias muy focalizadas y tener una clara capacidad de ajustes y adaptación a este entorno.
Contáctanos para guiarte en el entendimiento de estos cambios estructurales, con el fin de que puedas desarrollar estrategias pertinentes, enfocadas y oportunas.
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